EL LEÓN
PRESO
Y EL LABRADOR |
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Un león entró una vez en el establo de un
labrador. El hombre, con la pretensión de
tomarlo prisionero, cerró la puerta. El león, al
darse cuenta de que no podría salir de allí
empezó por comerse un carnero, luego una vaca y,
por fin, varios bueyes. |
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El labrador, temiendo que su vida corriera
peligro, le abrió la puerta. El animal se fue y
la señora del labrador al oír que éste se
quejaba dijo:
–Te mereces lo que te pasa por haber querido
encerrar a una fiera a la que de lejos nomás
debiste temer.
Lo mismo les ocurre a los que provocan a otros
que tienen más fuerza y poder que ellos. |
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